Cuando posteé sobre un disco de The Police, Seba –siempre atento a la crítica fácil– me dijo que era demasiado tarde para recomendar al grupo de Sting. Entonces yo –siempre atento a seguir consejos– decidí recomendar ahora a una banda mucho más ignota.

Cuatro peludos decidieron juntarse a tocar a comienzos de los 80 y se llamaron Metallica. Después de editar "Kill 'em All" y "Ride The Lighting", pidieron permiso mundialmente en 1986 con el disco "Master of Puppets". Y rompieron todo en 1991 con su disco homónimo, conocido en el rioba y en la feria de Villa Biarritz como el "álbum negro".

Pero el disco que motiva estas líneas y que estoy escuchando en este momento es una edición especial de tres CDs de 1993 que recoge un concierto en Ciudad de México, en plena gira del disco negro. Se llama Live Shit: Binge & Purge.

Empieza con una versión demoledora de Enter Sandman y sigue con Creeping Death, Harvester of Sorrow y Sanitarium. Tomá. Un disco en vivo impresionante, sin desperdicio. Tal vez el mejor que yo haya escuchado. Fade to Black, One y Sad But True, impresionantes. También The Unforgiven.

Lo malo que tiene es la versión de "Master of Puppets", que engancha con "Seek and Destroy" y nos priva del interludio y el solo. Lo otro que no me gusta mucho son los largos tramos instrumentales y de solos, que me aburren un poco.

Un disco triple para servirse un whisky, subir el volumen y dejarse llevar a la época en que hacían metal de verdad y no acusaban sus achacos de viejos. Kicks ass.