En esta nota de Clarín, Antonio Rattin –tan ídolo de Boca como Maradona– se despacha con una batería de verdades sobre el intocable Dios argentino. Ninguna luminaria, sólo cosas de sentido común que nadie se anima a decir.

Miren que yo intento ser paciente, tolerante, imparcial, intento comprender motivos de un lado y de otro... pero llega un momento en que los hechos rebasan cualquier límite de la tolerancia.



Y todavía hay chupapijas, mismo acá en Uruguay, que se dignan a justificar toda esta mierda. Y si los puteás resulta que sos antisemita. Váyanse todos a cagar.

Esto es una publicidad de revista Noticias que los canales argentinos de aire se negaron a pasar. Lo publica Darío Gallo en su bloc.

Estoy siendo invadido por spam en este blog. Por lo tanto, decidí habilitar la verificación de palabra para hacer comentarios. Es un poco molesto, pero es peor tener que andar borrando propaganda en inglés en cada post. Sabrán comprender.

En el noticiero de canal 10 informaron sobre un tipo que, en la feria de Piedras Blancas, mató de un balazo a otro que le rompió el vidrio del auto y le quiso robar.

La periodista entrevistó a gente de la zona, y era unánime la opinión de que el homicida estuvo muy bien. "Estuvo bien", "fue lo mejor que hizo", "lástima que se va a comer unos años en cana, pero yo hubiera hecho lo mismo" decían los vecinos, palabras más o menos.

Hoy El Observador tituló que "Díaz reconoció que hay una sensación de inseguridad". Muy perspicaz, Díaz. El ministro del Interior se jacta de que la criminalidad está bajando, e insiste con que la inseguridad es una sensación térmica, o vaya a saber qué.

Y sí, puede que tenga razón, que los índices de seguridad estén bajando. En realidad me pregunto cuántos delitos no son denunciados por ciudadanos hastiados e incrédulos. Yo mismo, por ejemplo. Pero demos por buenas las estadísticas. ¿Qué importancia tienen?

Precisamente es la "sensación" de la gente el problema principal, y no si hubo 10 o 15 rapiñas más o menos. Y esa sensación está provocando reacciones cada vez más fascistas en la gente, que a esta altura le parece perfecto que a los que salen a robar se los arregle con un balazo en la nuca.

Por supuesto que es cuanto menos ingenuo decir que el problema es exclusividad de este gobierno. Ni que hablar. Pero al menos Stirling, si bien era seguramente tan o más inepto que Díaz, hacía de cuenta que se preocupaba por proteger a la gente. El actual ministro prefiere aconsejarnos que andemos con un silbato de cumpleaños para avisar cuando nos vienen a afanar la billetera. Si antes la cosa venía jodida, qué podemos esperar ahora.

Entonces, ante la desidia de quienes tienen que hacer algo para asegurar la convivencia pacífica de todos, la gente se pudre y se radicaliza.

Muy lindo su observatorio de criminalidad, señor Díaz, pero preocúpese por esa sensación térmica que tan poco parece importarle. Sino, cuando se quiera acordar, va a tener a doña María en pie de guerra.

"Increíble. Tres Rodríguez en el equipo y no son parientes entre si."

El culpable es Fernando Niembro, comentarista de fútbol, hablando sobre dos jugadores y el preparador físico de Chivas en el partido de ese equipo contra Vélez por la Copa Libertadores. Albergo esperanzas de que lo haya dicho en broma.

No soy un tipo especialmente metafísico o supersticioso pero, por más casualidades que sean, algunos hechos de las últimas semanas me recordaron algo.

Tuve en primer año de facultad un docente que nos contó sobre una "ley" supuestamente formulada por el siniestro Boris Cristoff: la "ley de Boris", le llamaba. Palabras más, palabras menos, la ley dice que cuando ocurre un hecho de características especiales, particulares o sobresalientes, poco después ocurre otro hecho de similares características. He aquí los ejemplos:

Montevideo 2056, según vaya a saber quién.

Aunque sea un cliché, otra cosa que me tiene podrido es que sigamos, año a año, celebrando Maracaná. Pasaron 56 años y seguimos vanagloriándonos de lo que fuimos y no volveremos a ser. Ya fue.

Me tiene repodrido la canción esa que dice "nada, nada de eso fue un error". No sé cómo se llama ni quién la canta, pero no la aguanto más. Está en todos lados, es imposible huir de ella. Somos prisioneros de un jingle.

¡Guardia! ¡Una picana, un submarino, pero apagá la radio por favor!

Sea Zidane por unos segundos. Otra delicia de la web.

Buceando por la red descubrí este maravilloso jueguito. Como todos sabemos que los problemas se arreglan a las manos, propone un mano a mano a las piñas entre Kerry y Bush. Imperdible.

Lo cagué a trompadas al George W.

Hoy estuve conversando con algunos allegados sobre todo el daño que este señor Gilberto Vázquez le ha hecho a mucha gente con el humillante y vergonzoso episodio que ha protagonizado. Enumero:

En primer lugar, cagó al Ejército al fugarse y violar todos los códigos militares habidos y por haber. Además, menuda vergüenza para los verdes que el fugado sea un pelotudo tan grande como este. Y para peor, que lo capture la Policía. Triple humillación para el Ejército.

Por otra parte, y por más que nos importe muy poco, perjudicó a sus compañeritos de reclusión que ahora fueron todos a parar a Cárcel Central.

Y sigo: si Kirchner tenía ganas de invadirnos para solucionar el conflicto binacional, o si cualquier otro país tiene ganas de entrar en guerra con nosotros, este es el momento, porque nuestras Fuerzas Armadas dan pena. ¿Nos van a salir a defender con peluquín y brushing?

Que nuestro rebelde estrella termine haciendo tamaño papelón y saliendo en todos los diarios de la región como un tremendo banana, sin dudas nos deja como un país bastante pedorro. No sabemos ni fugarnos. Nadie se la juega y banca. Ya no se puede creer en nadie.

También deja en orsai a los Tupamaros, que se enfrentaron a estos mismos personajes y perdieron. ¡Cómo pueden haber perdido la "guerra" con esta gente! ¡Lo que serían ellos si estos dementes los hicieron bolsa!

Finalmente, la captura de Vázquez perjudica a todo el país porque revive a José Díaz y lo eleva a la categoría de empleado del mes. ¡Hay que levantar a ese muerto! ¡Por favor! Tendremos que seguir bancando a Josecito un buen tiempo más después de esta que se mandó.

En definitiva, el de hoy es un día negro para el país. Penoso.

Ok, reconozco que soy absolutamente incapaz de dominar el pseudo mouse de mi notebook. Me rindo.

En aras de aportar al desarrollo político del país, adjunto una nota de prensa que tal vez ayude a comprender la disfunción que padecen algunos de nuestros añosos ministros de Estado: